Con leer el título, me imagino ya el cliché en el que estoy metiéndome.
“Debes tener propósito si quieres lograr algo en la vida”
“No es el destino, es el camino”
“Encuentra tu pasión y no trabajaras un día de tu vida”
Son algunas de las frases comúnmente asociadas al propósito y la vida. Pero ¿tienen la razón?
Si y no. Déjame explicar.
A lo largo de mi corta vida he logrado apreciar un par de ideologías que tratan de dar sentido a la vida, como vivirla, y que hacer con ella. Los que más resuenan en mi actualmente son los siguientes.
- La libertad financiera es clave: Los famosos proponentes de los erróneamente llamados “ingresos pasivos o residuales” son una corriente de pensamiento en este campo.
- La utopía donde trabajar es secundario: Esta es una corriente que he visto más adoptada por gente que se alinea con ideologías de izquierda. Propone que deberíamos minimizar el trabajo para vivir y desarrollar nuestras vidas, sea socialmente, físicamente, espiritualmente, etc.
- Encontrar un propósito: La corriente con la que mas me alineo actualmente. Dicta que, si tienes un propósito el cual no tiene fin, es decir, difiere de lo material, básicamente ya ganaste.
Quizá existan más, sin embargo, estas son las que mas recurrentemente he encontrado en mi vida.
¿Alguna es la verdad absoluta? No.
Un error muy simple que cometemos los humanos, pues al fin y al cabo errar es humano, es querer simplificar todo. Querer explicar todo en términos muy simples. Conseguir la respuesta a todo. Como se diría en inglés, un “one size fits all”
Pero estamos lejos de ser simplificables.
Y, como me gusta decir, la vida no es blanco y negro. Bueno y malo. Crueldad y justicia.
La vida, a mi parecer, es matices de gris. Neutralidad. Caótica.
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